Muchas preguntas, pocas respuestas...esa es la tónica que se respira en el Cacique. Al inicio de torneo, la expectativa fue alta, y a la vez, confirmada con destellos de buen fútbol demostrados contra Real Madriz, que a pesar del empate, logró dejarnos buenas sensaciones.
A media que transcurrieron las jornadas, sucedieron ciertas cosas con las cuales no todos contaban, flaquear contra equipos denominados "débiles" y no sacar tanta ventaja, contra los rivales directos al campeonato, casi finalizando la primer vuelta de la fase regular.
Cierta incertidumbre se respira y la mayor incógnita es: ¿Podremos ser campeones este año?, a inicio de torneo, la respuesta era muy positiva, con el pasar de los minutos, ese sentido comenzó a bajar y muchas cosas apuntan, a que se esfume esa posibilidad.
Más allá de ciertas razones lógicas, cada corazón, verdaderamente sediento de títulos, anhela de una vez por todas, regresar a los pasos firmes, con un estilo de juego que sólo acá se produce y que ello coronar el tan aclamado título, que es la constante petición de muchos.
Analizar lógicamente las posibilidades, podría no ser la respuesta más agradable, pero más allá de eso, contra toda situación, toca creer, aunque esas fuerzas estén desgastadas, toca respirar hondo, levantar la mano una vez más, y alentar desde donde estés, al equipo que necesita de todos, para poder resurgir.
La mayor gloria de un campeón, está en luchar contra los mayores obstáculos, y de todos ellos, salir victorioso. Diriangén no es sólo un competidor, sino que tiene un corazón de campeón. Un último round es también permitido para quién va perdiendo la pelea, y confía en que, un solo puño, puede hacer cambiar una razón lógica. No desistas del sueño de ser campeones.
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